Las estrellas capturadas

El bazar de los sueños es la tercera colección de cuentos de Villar Pinto. En «Las estrellas capturadas», un niño descubre un extraordinario don: ¡puede capturar estrellas!

El bazar de los sueños (12 cuentos): «Broan y Turin», «El bazar de los sueños», «El bosque de los ciervos blancos», «El carpintero sin suerte», «El cofre de los náufragos», «El estanque mágico de Verdesmeralda», «El viaje de Breogán», «El vuelo de los cisnes», «La biblioteca de Alejandría», «La deuda del marajá», «La maldición de la sirena de oro» y «Las estrellas capturadas».


—¡Mamá, mamá! —entró Luisito gritando en la cocina.
—¿Qué ocurre, tesoro? —le preguntó su madre.
—¡Mira!, ¡he atrapado una estrella!
—¿De verdad? —dijo ella sonriendo—. A ver, enséñamela.
Y la madre, que pensaba que su hijo estaba fantaseando, se preparó para ver cualquier cosa menos aquello. Luisito abrió su mano y en la palma de la misma ¡había una estrella!
—Pero, ¿cómo es posible? —se preguntó asombrada la madre. Allí estaba aquel diminuto punto de luz, brillando sobre la piel del niño.
—No lo sé —dijo Luisito—. Alargué la mano, cerré los dedos y la cogí.
—Hazlo de nuevo —le pidió su madre.
Acto seguido, el niño salió al jardín y repitió el proceso. Ahora ya eran dos las estrellas que faltaban en el cielo. En ese preciso instante, el padre de Luisito llegaba a casa, y a su encuentro salió su mujer.
—¡Querido, querido! —gritó ella alterada—. ¡Ricos, vamos a ser ricos!
—¿Por qué? —preguntó él confundido—. ¿Qué ha pasado?
Y ella le enseñó lo que Luisito era capaz de hacer.
—¿Lo has intentado tú también? —preguntó el marido a su esposa.
—La verdad es que no —respondió ella.
—Pues probemos.
Pero ni uno ni otro lograron nada. No obstante, pensaron que aunque ellos no pudieran capturar estrellas, tal vez otros sí, por lo que el padre le dijo a su hijo:
—¡Rápido, Luisito, cógelas todas!
Y el niño pasó toda aquella noche recogiendo estrellas hasta que no quedó ni una sola en el firmamento. Al día siguiente, como habían creído que sucedería, sus padres las vendieron con facilidad y, dado que la gente pagaba grandes sumas por ellas, se enriquecieron.
Sin embargo, Luisito pronto se arrepintió de haberles comentado lo que podía hacer, pues le encantaba contemplar las estrellas antes de quedarse dormido...(¿Quieres saber cómo termina el cuento «Las estrellas capturadas»? Continúa en la colección de cuentos El bazar de los sueños).